Nuevo artículo - Respuesta sexual femenina -

FISIOLOGÍA (RESPUESTA SEXUAL) FEMENINA

La fase previa al mantenimiento de la relación sexual es llamada fase del deseo sexual o líbido, que muestra el interés general de una persona en la sexualidad.  Aunque es difícil cuantificar el interés sexual, se refleja en la búsqueda intencionada de contacto sexual, en la presencia de pensamientos y fantasías sexuales y en la frecuencia de actividad sexual, incluidas la masturbación y la relación en pareja. El deseo sexual de una mujer puede afectarse de muchas formas, especialmente por el tipo de relaciones que mantiene, su edad, sus actitudes respecto al sexo y su estado hormonal, incluyendo el momento del ciclo menstrual.
La fase de excitación comprende la respuesta anatómica y fisiológica a la estimulación o a los pensamientos sexuales. La mayoría de los cambios son el resultado de un mayor aflujo de sangre a los órganos genitales y de los cambios locales de los vasos sanguíneos en estos órganos. Esto provoca la lubricación  de la vagina y la erección del clítoris, así como la dilatación de la vagina. Durante esta fase el clítoris es especialmente sensible, por lo que para muchas mujeres el contacto directo de la cabeza del clítoris resulta doloroso.
La fase de meseta es un estado de alta tensión o excitación sexual mantenida. Esta fase precede el umbral de excitación  necesario para  que se desencadene un orgasmo. La duración de esta fase es muy variable. Los músculos de la vagina se contraen, el útero se eleva y el clítoris se retrae bajo su cubierta.
La fase de orgasmo se desencadena  por un arco reflejo nervioso en respuesta a la vasocongestión genital extrema. Las paredes vaginales se contraen vigorosa y rítmicamente en repetidas ocasiones. El orgasmo se asocia a una sensación placentera que puede ser muy variable según la ocasión.
En el ciclo de la respuesta sexual de la mujer no parece que exista un período refractario (necesidad de cesar la actividad para recuperación corporal) como en el caso del hombre. De esta forma, algunas mujeres son capaces, en ocasiones, de experimentar un segundo orgasmo en seguida del primero sin pérdida de excitación; es la conocida capacidad multiorgásmica de algunas mujeres. Otras, sin embargo, no experimentan  ningún orgasmo a pesar de haber alcanzado un alto grado de excitación sexual (es una respuesta sexual normal).
Durante la fase de resolución, los cambios fisiológicos y anatómicos que aparecieron con anterioridad desaparecen: la hinchazón del clítoris y de los labios disminuye, y la vulva y la vagina recuperan su tamaño y color normal. Esto se acompaña habitualmente de una sensación de relajación y de bienestar. La resolución será rápida ante una masturbación rápida, y lenta si se alcanzó gran excitación sin llegar al orgasmo, por ejemplo.