Seducción
“El deseo es energía, y eso tiene que comprenderse; no es posible limitarse a reprimir el deseo o hacer que se ajuste. Cualquier esfuerzo para coartar o disciplinar el deseo contribuye a la existencia del conflicto, el cual trae consigo insensibilidad”
Krishnamurti; “Amor, sexo y castidad”
El instinto de seducción es el instinto creativo, todo en la naturaleza (humana y cósmica) está lleno de seducción, y su objetivo es perpetuarnos, desarrollarnos, crecer, trascender.
Una orquídea, por ejemplo tiene un sofisticado sistema de perennidad de sus miles de especies que podríamos llamar “juego de seducción”, debido a su aspecto exótico puede convencer a insectos de ser una hembra de su propia especie y con ello lograr que lleve su polen a un medio propicio para su reproducción. O muchas especies de animales cuyos llamativos plumajes o pelajes hacen que sean más atractivos para el otro género.
Entre los humanos, este cortejo ha evolucionado al igual que las sociedades en las que vivimos, debido al proceso evolutivo estos juegos han dejado de tener las particularidades de reproducirse a toda costa a través del proceso de selección de la especie y rasgos que otrora fueran de trascendencia hoy son casi imperceptibles y aunque siguen rigiendo en el fondo la forma en la que nos relacionamos hoy día, desde nuestra mente cultural ya no es de vital trascendencia ser evaluadas por el volumen de las caderas o elegidos por demostraciones de fuerza.
Y aunque en el fondo el juego de la seducción se rige por la sutileza de lo animal hemos añadido adornos y valores que vistos objetivamente también han perdido su valor a la hora de relacionarnos desde lo que todos los seres humanos anhelamos en el fondo; cuando ahora cuando nos relacionamos sexualmente; probablemente lo importante no es crear y criar vida, sino lograr tener amor e intimidad.
Para lograr este fin, también echamos mano de esa seducción y buscamos la manera de ser atractivos y deseables, de ser elegidos o de mantener el interés si ya hemos elegido y ese juego nos permite ser creativos en otros aspectos que no solo en los de procrear, sino en los de alcanzar ese amor y es la creatividad el impulso de la vida ¿y qué es la energía sexual sino energía creativa?
¿Qué te gusta más? Seducir o ser seducido, ¿Crees que es importante la apariencia? ¿O es más importante el juego? Y si en nuestra cultura la seducción es más un juego y no un fin, parece que en la intimidad lo más importante no es la apariencia, el peso, la edad, el estatus y que quizás haciendo a un lado esos prejuicios nos podemos dedicar a jugar con las miradas y con lo que miramos; con las caricias y las mil texturas que podemos utilizar; con los sonidos, la música, los susurros, los gemidos; con los aromas, el olor corporal, los perfumes; los sabores y la posibilidad de encontrar y experimentar algunos nuevos.
Ixchel Francodíaz
Conductora de Talleres de Sexualidad Consciente
"Se prohibe la reproducción total o parcial de este artículo informativo sin la autorización de No es Pecado"
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